(nota: éste artículo está escrito originariamente para la asignatura Periodisme de Fonts)
Uriel Bertran, número tres de Solidaritat Catalana per la Independència (SI), ha afirmado que su partido sólo formará parte de un Gobierno que haga una declaración unilateral de independencia. Y si no es así, se quedarían en la oposición en caso de que consigan representación parlamentaria. Por esta razón, será la primera propuesta que llevarán al Parlament, según ha dicho Bertran en un mitin en Hospitalet de Llobregat, junto al número dos, Alfons López Tena, y el líder del partido, Joan Laporta.
El número tres por Barcelona afirma que la única opción independentista de combate es SI. Y en la votación parlamentaria sobre la declaración de independencia pedirán libertad de voto, como en la Iniciativa Legislativa Popular para prohibir las corridas en Cataluña. Argumenta Bertran que reclaman para los catalanes “los mismos derechos que para los toros”. Esta situación serviría, al menos, para saber qué votan los diputados de cada partido. López Tena defiende la propuesta porque “somos la primera generación sin el riesgo de ser encarcelada o torturada” y Laporta porque es una oportunidad para que España “demuestre su cultura democrática”.
Reconoce el líder de Solidaritat que la mayoría de propuestas de su partido en diferentes materias (economía, educación o energía) dependen económicamente de la independencia, porque, en caso contrario, no habría recursos suficientes para sufragarlas. Según Laporta, cada año el Estado se queda 22.000 millones de euros de Cataluña. Esto serían “60 millones de euros diarios o 15 escuelas al día”. López Tena dice que los catalanes pagan un 40% y reciben unos servicios del 30%, por lo que “pagamos al nivel de Suecia y recibimos al de Senegal”.
Desde SI entienden que la vía autonomista no da más de sí porque el Tribunal Constitucional ya ha dicho que no es posible un concierto económico para Cataluña ni celebrar un referéndum sin el consentimiento del Estado. Laporta, además, opina que España quiere “marginar” a los catalanes al impedir, por ejemplo, un corredor ferroviario mediterráneo para “evitar que se dinamice" la zona. Según el cabeza de lista, ahora la disyuntiva se encuentra “entre ser una comunidad autónoma de régimen común o un estado de referencia en el seno de la Unión Europea”.