Mozilla Festival 2015: ¿cómo será el futuro de la web?

Si Internet se pudiera materializar con sillas, mesas y pizarras, probablemente se llamaría MozFest (o Mozilla Festival). Un encuentro que se organiza anualmente durante tres días para reflexionar sobre el futuro de la Web y que he tenido la oportunidad de visitarlo en Londres en su edición de este 2015.

He experimentado el caos. Un caos que se parece mucho al del propio internet. Sin una ruta clara de dónde ir o qué hacer. Pero con caminos que conducen a espacios rebosantes de ideas sobre realidad virtual, periodismo online, feminismo, visualización de datos, activismo cibernético, hacking de vídeos...

Lo organiza la Fundación Mozilla, que es principalmente conocida por su navegador: Mozilla Firefox. Pero es algo más. Una especie de ONG que tiene como fin “promover la innovación y la participación en un internet más abierto”. O, dicho de otro modo, es uno de los guardianes del internet abierto, para que todo el mundo pueda seguir circulando por él libremente.

Y si la Fundación es una de las organizaciones más importantes en la salvaguarda de la Red, el Mozilla Festival es probablemente uno de los encuentros ciudadanos más trascendentales en cuanto a su futuro. El MozFest nació en el 2010 en Barcelona  (mi ciudad). Y desde entonces se trasladó y se ha repetido anualmente en Londres (donde vivo ahora).

¿Qué encontramos en el MozFest? Ideas. Muchas ideas. De eso va todo. De eso y conocer gente. Hay talleres, hay charlas, hay mucha sociabilidad. Pero el MozFest es sobre todo una red P2P, como BitTorrent o eMule, donde en lugar de intercambiar canciones se canjean propuestas, proyectos y reflexiones.

Hay teóricamente una agenda de talleres y charlas. Pero, como no podría ser de otro modo, no es fácil de encontrar. Es que los horarios están en pizarras, en gists en constante estado de borrador, etc. Cada uno se organiza a su manera. Cualquier cosa menos un folleto que te den al inicio o un enlace en la página principal. Es caos, hay que asumirlo.

Después, las charlas se solapan. Y hay que decidir constantemente si ir a una u otra. Dilemas muy profundos que hacen plantearse si es mejor un taller sobre representación de información mediante sonidos u otro que según su título trata sobre adopción de unicornios. Y que cuando se decide por algo, al minuto de llegar uno empieza a arrepentirse y piensa que debería haber ido al otro. De hecho, era habitual ver gente llegar o abandonar una charla al poco de empezar.

Mark Surman, Director Ejecutivo de Mozilla Foundation

Pero no hay que preocuparse. Mi conclusión es que las sesiones no eran más que un pretexto para conocer a quien teníamos al lado y para darle un poco al coco. En la mayoría de casos, al final se trataba de pensar en grupo cómo aplicar algo a un proyecto, cómo contar una historia… Hablar, hablar, hablar. Y así se va desarrollando el futuro de la web, como si fuera un wiki de carne y hueso.

¿Y cómo es ése futuro? Seguramente dependa de la bola de cristal con el que se mire. Es decir, de las charlas a las que hayas asistido y con quién hayas hablado. Pero aquí van algunos fragmentos de conversaciones convertidos en conclusiones.

Loquendo

La Red está llena de vídeos que bien por timidez o porque son graciosos utilizan una voz sintética que algunos directamente han bautizado como Loquendo.

La tecnología se llama Text-To-Speech (TTS). Y Loquendo es sólo una de las empresas que trabaja con ello. Es la misma idea detrás de la voz a Stephen Hawking . Pero ahí están también Siri o Google Now, que resultan mucho más familiares.

¿Pero cómo funciona? Susanne Weber de BBC News Lab me lo explicaba con verdadera pasión. Se graban cientos de horas de una persona leyendo un texto. Pero no es para grabar palabras enteras y después repetirlas, ni muchos menos. Es para poder registrar segmentos muy pequeños de sonido. Más cortos incluso que una vocal. De modo que después podamos reconstruirlos con distintos tipos de entonación y para cualquier palabra. Por ejemplo, interrogando, exclamando, iniciando un frase, terminándose… Incluso emociones, con voces tristes o alegres. Prosodia es aquí la palabra clave.

¿Qué se podría hacer? Aunque hace tiempo que existe, no es una tecnología aún demasiado extendida. ¿Pero qué pasaría si una voz sintética fuera casi indistinguible de una humana? En la BBC ya están pensando sustituir algunas locuciones humanas por otras sintéticas. Será en algunos vídeos de sus portales de Japón y Rusia.

Otro ejemplo sería el de la empresa escocesa Cereproc, que permite crear voces sintéticas a personas que por un problema de salud están perdiendo la suya. No sería como Hawking, ya que la voz sería la de la persona antes de perderla, por lo que mantendrían su identidad.

En internet se pueden encontrar muchas demos gratuitas con las que hacer pruebas. Son muy interesantes las de la empresa Acapela, disponibles en varios idiomas (como castellano o catalán), diferentes acentos y emociones. En general, están mejor conseguidas las voces en inglés.

Reconocimiento de voz

Es la otra cara de la misma moneda. Si antes hablábamos de generar voces sintéticas a partir de textos humanos. La tecnología inversa es transcribir automáticamente a texto una voz real. Lo que en este caso se llama Speech to Text.

¿Por qué es importante? Porque, primero, convierte el vídeo en un documento de trabajo. No es un archivo cerrado, sino que sabemos qué contiene. Hasta ahora, las búsquedas en internet eran sobre el texto publicado. En el futuro, ¿buscaremos tanto texto como palabras grabadas?.

Obviamente, el texto no es siempre completamente fiel al audio. Pero en cualquier caso, nos permitirá trabajar con él. Aunque haya un error en una palabra, podemos saber cuál es el contenido general de un vídeo o un audio.

El vídeo

Siempre se ha hablado de la importancia del vídeo en internet. Pero la realidad es que hasta ahora el vídeo era un monolito intratable. Las cosas comienzan a cambiar.

La tecnología Speech to Text que acabamos de comentar traslada al vídeo a otra categoría. De repente, podemos ver qué contiene antes de pulsar al play. El vídeo se puede asociar a un archivo de texto.

Esto se complementa perfectamente con los últimos estándares de la web, que incorporan el vídeo como parte de la misma. Por lo que ahora un vídeo se puede manejar completamente desde fuera de él. Desde cualquier parte de un página, podemos controlar un vídeo que haya en ella. Enlazar un segundo concreto, reproducir en bucle un parte, ir al momento justo en el que se pronuncia una palabra...

Un ejemplo de uso es Palestine Remix de Al Jazeera. Me lo explicaba Mohammed Haddad, uno de sus creadores. En el canal catarí querían hacer algo con cientos de horas de reportajes que tenían archivados sobre el conflicto palestino. Muy valiosas, pero ya sin ningún uso. Así que crearon esta herramienta que permite crear tu propio documental a partir de otros vídeos. Podemos seleccionar partes de vídeo copiando únicamente las frases del texto que nos interese en su locución. Copiamos y pegamos como si fuera un Word y al final obtenemos un documental.

Los datos

El análisis de datos y la visualización de datos no es el futuro, siempre ha existido. Pero los nuevos lenguajes de programación y las nuevos estándares de la web facilitan sus análisis y su representación. Y teniendo en cuenta que la web está llena de datos, hay mucho por hacer.

En el MozFest las sesiones de datos eran muy populares. Empezando por la de Machine Learning, que impartió Francis Tseng, sobre cómo predecir la evolución el comportamiento de algo en base a unos datos ya existentes. Pasando por la introducción al lenguaje D3 para crear gráficos en internet, que explicó el español Juan Elosua. O bien la “sonificación de datos”, que permite representar datos a través de sonidos. Mucho por hacer.

Las apps de noticias y la web abierta

¿Está la web abierta en riesgo? La popularidad de aplicaciones de noticias como Facebook Instant Articles, Apple News o Snapchat Discover suponen una amenaza.

Las gigantes de internet pagan a los medios por publicar noticias en sus apps. Por lo que los grupos mediáticos lo ven como un ingreso extra. A su vez, los usuarios pueden leer gratis estas noticias y además se cargan hasta 10 veces más rápido que sus versiones web. ¿Todos ganamos?

Sin embargo, aunque es contenido que se publica en internet, no siguen las reglas de las tres www. Son otros mundos. Por ejemplo, no pueden enlazarse, ya que algunas de estas aplicaciones ni siquiera asocian una URL a estas noticias. Y ¿cómo vamos a encontrar las noticias en el futuro? Google y los buscadores se quedan fuera de las apps.

La respuesta de Google ha sido AMP (Accelerated Mobile Pages). Un nuevo estándar para la web que simplifica el código de las páginas de noticias y así pueden cargarse mucho más rápido en dispositivos móvil. No es del todo inocente, ya que crea unas reglas paralelas y limita mucho el uso de código (un problema para los que se dedican a la visualización de datos, por ejemplo). Pero no debe confundirse con las apps. Porque la solución de Google sigue viviendo en la web de abierta. Y no sólo es rastreable por el propio Google sino también por el resto de buscadores.  

Ganen las apps o gane Google, parece que la web tal y como la conocemos podría tener los días contados.

La realidad virtual

Al entrar en MozFest, nos dieron una bolsa con algunos regalos. Una libreta, unos lápices y… unas gafas de realidad virtual. Y éso mismo fue lo que regaló el New York Times a sus suscriptores recientemente. No es un objeto caro, ya que los más sencillos están hechos de cartón y hasta lo puede hacer uno mismo.

¿Para qué sirve la realidad virtual? Como explicaba el argentino Martín Rabaglia en su sesión, no es algo que se pueda aplicar a todo. Como cualquier tecnología, debe utilizarse cuando realmente aporta algo. En este caso, el VR es especialmente valioso en historias donde la inmersión del espectador en un ambiente pueda ayudarle a comprender o empatizar mejor con una situación. Te sumerge completamente en un escenario. Si no entiendes bien de qué hablo, consigue unas gafas de realidad virtual cuanto antes y prueba alguna de las demostración. 

¿Hasta qué medida se popularizará? Alguien me dijo en el MozFest que es una tecnología muy poderosa, pero que el simple gesto de tener que ponerse algo en la cara puede frenar completamente su difusión. ¿Como los televisores 3D?

Los niños

Si hablamos del futuro de internet, hay que hablar de los niños y adolescentes. En el Festival había muchos espacios dedicados a ellos. De vez en cuando se veían a padres acompañados de sus hijos. Y, en una de las últimas conferencias del MozFest, el entrevistado era un muchacho de 14 años, rodeado por otros tres chicos de edades similares.

Había muchos talleres de Raspberry Pi, un miniordenador que ahora cuesta sólo 5 euros y que está pensado para que los niños aprendan a programar. También sobre el micro:bit, el proyecto de la BBC en Reino Unido para enseñar a programar en las escuelas. 

La web ha avanzado a menudo a golpe de ideas locas. De imaginación. Qué idea más surrealista la de hacer una foto gigante del planeta Tierra, y ahí está Google Maps. Así que si la web y la programación es cuestión de imaginación, el futuro de internet probablemente esté tomando forma en este momento en la mente de algún niño curioso.