El periodista Manuel Aznar fue un diplomático destacado del franquismo tras dirigir diarios del progresismo republicano y del nacionalismo vasco
Para Manuel Aznar Zubigaray, abuelo del ex presidente José María Aznar, diplomacia y periodismo eran dos caras de una misma moneda. Decía este hombre, nacido en noviembre de 1893 en la población navarra de Etxalar, que "obtener la información, ponderarla y utilizarla en el momento y lugar adecuado" es propio de ambas actividades. Tan bien manejó el don de la oportunidad que logró una extensa carrera diplomática y periodística durante el franquismo, a pesar de haber sido director de un diario de tendencia republicana y socialista. Militó en el PNV de Sabino Arana pero después convirtió en "española" la cabecera de La Vanguardia. Sobrevivió, y con éxito, a todos los tiempos. Su formación académica fue la humanista que recibió en el seminario, que abandonó a los 17 años por problemas económicos.
Aznar en la época de la Guerra Civil. Fuente: Tanco Lerga, Jesús; Manuel Aznar.
En lo periodístico, Aznar se caracterizó por su precocidad. Con 12 años ya publicaba algunas crónicas. Según decía, "sentía el deseo de comunicar". Como profesional comenzó en 1912 en La Tradición Navarra, del Partido Integrista, del que Aznar se declaraba militante. Un periodo más destacado es el que comienza en 1913 con su participación (llega a ser director técnico) en el periódico Euzkadi, órgano oficial del Partido Nacionalista Vasco. Se casó en 1915 con Mercedes Acedo Villanueva y poco después se fue a Francia para cubrir la I Guerra Mundial desde el frente occidental. Mantenía una posición aliadófila.
Su prestigio creció en círculos intelectuales. Entró en contacto con el editor vasco Nicolás María de Urgoiti -gerente de La Papelera Española y presidente de Prensa Gráfica- y se unió al nuevo periódico que éste fundó junto con José Ortega y Gasset: El Sol, un diario que mostraba simpatías hacia el socialismo moderado, el republicanismo y el catalanismo. El reconocimiento de Manuel Aznar continuó aumentando a causa de sus crónicas desde el frente, que aún enviaba. Llegó a publicar una entrevista al jefe del Gobierno francés Georges Clemenceau. En 1918, Urgoiti nombra a Aznar, con sólo 22 años, director del diario. Sin embargo, en 1921, tras un periodo conflictivo, El Sol bajó en difusión y Urgoiti decidió sustituirle.
Tras dejar El Sol, se va en 1922 a Cuba, donde desarrolló una gran actividad periodística en publicaciones como El País o Diario de la Marina. No volvió a España casi una década después, en 1931, para dirigir nuevamente El Sol, que ya no estaba controlado por Urgoiti. Con un sueldo de 3.000 pesetas mensuales, era el periodista mejor pagado de España. Parece que, en un mal momento del diario, Aznar habría pedido a Azaña una embajada a cambio de que el periódico se pusiera al servicio del presidente. Pero un cambio posterior en la empresa hizo que Aznar se retirase del diario en 1932. Estudió entonces derecho en la universidad. En 1933 murió su mujer y Aznar quedó en una situación difícil, a cargo de cinco hijos. Se vincularía después al Banco Urquijo y a la Sociedad General de Tranvías de Madrid, como jefe de relaciones laborales. Sentía simpatías por Falange Española de las JONS y entabló amistad con José Antonio Primo de Rivera.
Caricatura publicada en el diario Arriba el 20 de octubre de 1968 sobre la multitud de tareas profesionales que desempeñaba Aznar. Fuente: Tanco Lerga, Jesús; Manuel Aznar
Llegada la Guerra Civil, Aznar fue hecho prisionero en el Madrid republicano. El periodista habría jurado servicio completo a Franco. Un colaborador suyo de la Sociedad de Tranvías logró su liberación, al haber Aznar facilitado la colectivización de la compañía. Pero en un viaje de negocios huyó en París. Voluntariamente entonces se pasó al bando franquista. A pesar de ello, fue apresado también por los nacionales, por su participación en El Sol. Sus amistades presionaron ante Franco y el general Mola. Finalmente fue liberado unas horas antes de ser fusilado, pero con la condición de que se marchara de España. Estuvo en el sur de Francia un año, escribiendo a favor de los nacionales. Con el visto bueno de Franco, el periodista pudo volver y se unió al Heraldo de Aragón, donde escribió desde el frente. Llamó además a una nacionalización de la prensa, porque no podía quedar "lejos de la organización nacional autoritaria". Tras pasar por el Diario Vasco como director, Aznar se hizo cargo -asistido por Josep Pla- de La Vanguardia cuando las tropas franquistas ganaron Barcelona el 26 de enero de 1939. Por iniciativa de Aznar, se cambió el nombre a "La Vanguardia Española" a partir del día 28. Meses después fue sustituido por Luis Galinsoga.
Para la Agencia EFE, la revista Semana -donde fue director- y el Arriba cubrió la II Guerra Mundial desde Francia, llegando a entrevistar al mariscal colaboracionista Philippe Pétain. Sus textos denotaban simpatías hacia Hitler y Mussolini. Aznar se sentía cansado de la actividad periodística y en marzo de 1945 fue nombrado ministro plenipotenciario en Washington. Comenzó así su carrera diplomática. En 1948 es embajador en Santo Domingo y en 1951 en Argentina. Tras la admisión de España en la ONU en 1955, Aznar reforzó la delegación permanente española. Sin abandonar del todo su carrera diplomática, retoma el oficio periodístico. En 1957 le nombran presidente de la Asociación de la Prensa de Madrid, en 1957 se incorpora a la revista Blanco y Negro y en 1958 es elegido director de la Agencia EFE -de la que era consejero desde su creación en 1939-.
Portada de La Vanguardia del 11 de noviembre de 1975, un día después de la muerte de Aznar. Fuente: Hemeroteca de La Vanguardia
Tras el estallido del caso Galinsoga en 1960, Aznar es nombrado nuevo director de La Vanguardia Española, donde elaboró un periódico más en sintonía con la sociedad catalana. Después, en 1963 es embajador en Marruecos y, como culminación a su carrera diplomática, es nombrado delegado permanente en las Naciones Unidas, hasta 1967. Tras abandonar el cargo voluntariamente, Aznar se dedicó a dar conferencias y colaborar en diversos medios, especialmente en La Vanguardia, pero también en revistas como Historia y Vida o el semanario La Gaceta Ilustrada (ambos del grupo TISA, de Godó). Tras varias intervenciones quirúrgicas, Manuel Aznar muere en Madrid el 10 de noviembre de 1975 -diez días antes que Franco-, a causa de un cáncer de próstata. De forma póstuma se publicó una biografía que Aznar dedicó al caudillo y cuyo título era simplemente “Franco”.
Bibliografía:
- Tanco Lerga, Jesús. Manuel Aznar: periodista y diplomático. Editorial Planeta, Barcelona (2004).
- J.J. Sánchez Aranda, Carlos Barrera. Historia del periodismo español: desde sus orígenes hasta 1975. Ediciones Universidad de Navarra, Pamplona (1992).
- López de Zuazo Algar, Antonio. Catálogo de periodistas españoles del siglo XX. Fundación Universidad-Empresa, Madrid (1981).
Hemerografía:
- Tarrago, Jaime. Manuel Aznar Zubigaray: periodista de España. Fuerza Nueva, nº467 (20 diciembre de 1975). Pág. 20.
- Entrevista a Manuel Aznar. “Los modos periodísticos de hace cuarenta años no servirían para hoy”. ABC (Madrid), 13 de marzo de 1958. Pág. 28.
- Entrevista a Manuel Aznar. Aznar o el periodismo que permanece. Blanco y Negro (Madrid), 15 de marzo de 1958. Pág. 48.
- Necrológica de Manuel Aznar. Manuel Aznar: un periodista de excepción. Blanco y Negro (Madrid), 15 de noviembre de 1975. Pág. 88.
- Necrológica de Manuel Aznar. Semblanza biográfica. La Vanguardia Española (Barcelona), 11 de noviembre de 1975. Pág. 6.
- La Contra (Víctor M. Amela). “Aznar ha admirado a Arzalluz” (entrevista a Iñaki Anasagasti). La Vanguardia – Suplemento Domingo. 15 de febrero de 2004. Pág. 12.
Internet:
- Ángeles Escrivá. Aznar fue del PNV. El Mundo. 28 de septiembre de 2003.
- Javier Díaz Noci, Koldobika Meso Ayerdi. Manuel Aznar Zubigaray: los inicios de la prensa nacionalista vasca. De Imanol a Gudalgai (1913-1914). Marzo de 2010.
- Gran Enciclopedia Navarra. Aznar Zubigaray, Manuel.